Un derecho de nacimiento : Ser noájida

De acuerdo a nuestra Sagrada Torah, las leyes Noájidas son los términos del pacto de HaShem con Noaj después del diluvio.Primeramente se le entregaron 6 leyes a Adam en el jardín del edén, y después del diluvio se agrego una nueva prohibición, la de tomar carne de un animal vivo. Lamentablemente durante muchos años la humanidad se olvido de estos mandamientos. De ahí la causa del diluvio, el mundo comenzó a cometer las peores atrocidades imaginables y lo peor, olvidándose que había alguien que estaba observando todo esto, el Creador bendito Es. “ellos se encaminaron satisfaciendo su cuerpo y sus tendencias materialistas, abandonando las necesidades del espíritu” (Abarbanel). “Y HaShem le dijo a Noaj, el fin de toda carne ha venido a Mi, la tierra esta cayendo en violencia a través de ellos, y he aquí, Yo los destruiré a ellos con la tierra” (Bereshit 6:13). En el relato del diluvio vemos que en cada generación hay personas que están dispuestas a atender el llamado Divino de tener una vida ordenada y de acuerdo a lo que el creador quiere, a lo que nuestros sabios del Talmud llaman, los siete mandamientos de los hijos de Noaj. 

Abarbanel (2) dice que en la Torah existen tres comienzos. Estos son: Adam (El comienzo de la humanidad), Noaj (El comienzo del ser humano enfrentando las serias dificultades que se le presentan como ente moral y ético), y la tercera Abraham (Cuando el hombre llega a la fe en D-s y al amor para con Él). Vemos mas adelante que 800 años después de este episodio, otro cataclismo global sacudió el mundo, este evento coincide con el éxodo y la entrega de la Torá en el Sinaí. El Yalkut Shimóni enseña que cuando el mar rojo se partió (1), también lo hizo cada masa de agua sobre la tierra, y nuestros sabios enseñan que cada nación sobre la tierra oyó los 10 mandamientos, estos fueron pasando a una memoria que es compartida por toda la humanidad. Es a través de esta Torá que la humanidad conoce la verdadera historia del diluvio y del pacto de HaShem con Noaj. 

La Torá explica que, el que cumple las leyes Noájidas específicamente porque HaShem lo ordeno en la Torá, por intermedio de Moshé, a las naciones, es llamado un un piadoso de las naciones (haJassid umoth haolam), y tiene un lugar especial en el mundo venidero, una incalculable bendición espiritual después de esta vida. Por el contrario, uno que cumple los 7 mandamientos solo por un pensamiento racional, a pesar de que es considerado un sabio de las naciones, a él no se le promete el regalo del mundo venidero después de esta vida.   

El termino Benei Noaj (hijo de Noaj) como oposición al término genérico Goy (gentil o no-judío), se refiere a uno que cumple el pacto de HaShem con Noaj después del diluvio. Cada ser humano puede ser considerado un Benei Noaj y debería elegir cumplir con sus respectivos mandamientos. Dentro de la humanidad HaShem hizo una distinción y escogió a un hombre del cual salió un pueblo. Este pueblo es la nación de Israel. 

Los judíos no pueden ser llamados Benei Noaj, ya que, la nación entera entro a un pacto diferente con el Creador -bendito Es- en el Sinaí, después que HaShem libero y saco al pueblo desde la tierra de Mitzraim (Egipto), de manos del faraón. Esta separación comenzó gradualmente con Abraham, quien fue santificado con un mandamiento adicional, la circuncisión. El rol de los que descienden de Abraham es ministrar, a las otras naciones del mundo, el conocimiento del Único Creador. Sin embargo, antes de la entrega de la Torá en el Sinaí, los hebreos tenían como ley, las leyes Noájicas. 

A diferencia del pacto de Israel en el Sinaí, el pacto Noajíco, no es una religión a la cual uno debe convertirse, uno nace con esta condición y solo debe aceptar cumplir con estas leyes universales. Así como cada ser humano nace bajo un marco físico con limitaciones y virtudes, también fuimos creados bajo un marco espiritual con responsabilidades y misiones distintas, y es aquí donde radica la diferencia entre judíos y goyim. Así como en cada sociedad debe haber personas que cumplen una misión diferente formando una cadena donde cada uno de los eslabones son esenciales, también el mundo espiritual necesita tener diferencias donde cada persona cumpla con un trabajo diferente. Toda la Humanidad debe tener como objetivo servir al Creador -bendito Es-, y dentro de este servicio alguien debe ministrarlo, esta es la misión del judío. 

En conclusión: mas allá de una definición legal este es un derecho de nacimiento, un regalo para quien nace en este mundo, es la fundación moral básica para una vida en armonía con el creador y otras personas. 

Fuente: Rabino Naftali Espinoza, basado en la Mishné Torá, sefer Bereshit y el libro “Guide for the Noahide”.
(1) De acuerdo a nuestros sabios el mar rojo se partió en 12, en forma de túneles, donde cada tribu de Israel paso en forma independiente (2) Isaac Abravanel o Abarbanel (Isaac ben Yehuda de Abravanel / קחצי לאנברבא הדוהי ןב, Lisboa, 1437 – Venecia, 1508) fue un teólogo, comentarista bíblico y empresario judío que estuvo al servicio de los reyes de Portugal, Castilla y Nápoles, así como de la República de Venecia. Fue el padre del conocido filósofo León Hebreo.

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